PESQUERIAS Y ETICA
Por: Eduardo Tarifeño
Recientemente se ha levantado la segunda veda de sardina común y anchoveta de este año, permitiéndose la pesca de estos recursos pelágicos hasta diciembre próximo. Este levantamiento de la veda ha sido visto como un salvavidas a la crítica situación de la pesca industrial y artesanal regionales, afectadas tanto por los grandes daños ocasionados por el maremoto del 27/F como por la notable disminución de los recursos pesqueros, con la excepción del sardina común que a la fecha muestra una variación positiva de un 135% en los desembarques hasta agosto con respecto a lo capturado en igual fecha en 2009. La anchoveta por su parte, muestra una notable disminución siendo a la fecha sólo el 56% de lo desembarcado en el mismo período de 2009.
Sin embargo, junto con el esperado levantamiento de la veda, los controles aéreos realizados por SERNAPESCA el primer día de pesca mostraron explícitamente a una embarcación artesanal de mayor capacidad de bodega traspasando su pesca a una lancha artesanal de menor tamaño tal vez con el objetivo de alterar sus registros de desembarques según los registros del RAE. Esta situación, conocida informalmente como usual dentro del sector pesquero, corresponde a una falta de ética de parte de todos los involucrados en ella, como son los patrones de las embarcaciones, sus tripulantes y muy posible también los receptores de la pesca que de esta manera están faltando no sólo a la reglamentación de la pesca, sino que a la confianza que debe existir entre los diferentes actores en el cumplimiento en los objetivos de la adecuada administración y ordenamiento de los recursos pesqueros. ¿Con qué derecho estos actores del sector pesquero pueden solicitar consideraciones especiales en su! actividad si están faltando a la fe pública? ¿Qué credibilidad tendrán sus argumentos en las futuras discusiones de las necesarias modificaciones de la Ley General de Pesca y Acuicultura? ¿Qué actitud tomarán sus respectivos gremios frente a esta falta de ética laboral?
Es de espera que los organismos pertinentes en el control de la actividad pesquera, como son SERNAPESCA, SUBPESCA y la DGTMM, apliquen las más severas medidas de castigo que sean una clara señal que esta actitud “antiética” en la cual existe una clara concertación para cometer una falta a la ley no es permitida en el ejercicio de la pesca.